viernes, 11 de junio de 2010

una reflexión a la madrugada

A veces me pregunto porque perdí el tiempo. Pero realmente perdí el tiempo? Me pregunto como fue que durante mas de 10 años me imaginé otra vida, como durante 10 años me dediqué a otra cosa y un día me dí cuenta de que el camino por el que iba no me hacia feliz. Quizás fueron las influencias, la gente que me rodeaba en ese momento, quizás era el sueño de vivir una irrealidad lejos de la realidad. Quizás hasta fue mi mente que me hizo creer algo que no era tan creíble internamente, pero aprendí que lo real es el hoy.

Aprendí a vivir el día a día, el levantarme para ir a una oficina pero de una manera diferente a la que me imaginaba. Es loco pero hago algo que nunca me imaginé hacer y lo hago con gusto, me levanto todas las mañanas pensando en no llegar tarde, caminando esas calles hasta el colectivo pensando en cualquier otra cosa que las que pensaba en el pasado.

Quizás las cosas cambiaron tanto que hay veces que no me reconozco a mi mismo. Hay una felicidad interna que me llena de a poco, los problemas están, siempre hay algún problema pero esta vez los veo desde lejos o desde otra perspectiva.

El pasado siempre me persigue, siempre lo veo tocando la puerta, pero lo veo desde adentro, lo veo desde la ventana y pone cara de insatisfecho por el presente, lo veo con cara de frustrado, lo veo con una fila de fantasmas esperando que les abra, y yo desde adentro me río. Ahí es cuando el presente me mira, me toca el hombro y me dice, veni a divertirte que acá hay gente que quiere compartir cosas con vos.

Las huellas no se pueden borrar, siempre quedarán como una marca, pero son huellas, huellas que quedaron atrás, lo que importa es el camino que tomas ahora para generar huellas diferentes.